Contramalo apoya la producción de Virgen y Madre: cine católico sin complejos
En tiempos de cine hueco, de series ideologizadas y de entretenimiento degenerado, Contramalo apuesta por el arte como vehículo de la Verdad.
Por eso nos hemos unido, junto con otros colaboradores, a la financiación del largometraje "Virgen y Madre", impulsado por la Asociación Elisabeth Van Keerbergen, una entidad dedicada a la promoción del cine profundamente católico, sin concesiones, sin tibiezas.
Un proyecto providencial
"Virgen y Madre" no es una película más. Es un proyecto pensado, orado y construido para ser instrumento de conversión, de contemplación y de revelación del misterio mariano. Frente a una cultura que ridiculiza lo sagrado y pervierte lo femenino, esta obra reivindica a la Mujer por excelencia: la Virgen Santísima, Madre de Dios y Reina del universo.
Este proyecto no busca aplausos mundanos, ni premios progres, ni encajar en festivales “inclusivos”. Busca glorificar a Dios a través del cine.
¿Por qué Contramalo se implica?
Porque el cine no es solo entretenimiento: es una herramienta poderosa de formación o deformación de conciencias. Y el catolicismo necesita urgentemente volver a hablar en el lenguaje del arte con altura, sin caer en la mediocridad ni en el kitsch.
Desde Contramalo hemos apoyado esta iniciativa con una donación económica directa, además de respaldo simbólico y estratégico. No estamos solos: el proyecto cuenta con otros colaboradores generosos que comparten esta visión de restaurar la belleza y la verdad a través del cine.
Arte, fe y estrategia: un nuevo camino
Lo que mueve este apoyo no es la nostalgia de un pasado idealizado, sino la construcción audaz de un presente contracultural. En "Virgen y Madre" vemos el germen de un nuevo modo de hacer cine:
Con raíz teológica y profundidad espiritual.
Con belleza estética y respeto al dogma.
Con una narrativa que eleva, no que degrada.
Nuestra misión es clara
El arte o se pone al servicio de Dios o termina al servicio del Enemigo. No hay neutralidad en la batalla cultural. Por eso, desde Contramalo decidimos no mirar desde la barrera, sino contribuir activamente.
Apoyar Virgen y Madre es un acto de militancia espiritual. Es apostar por una obra que puede tocar corazones, despertar vocaciones y abrir los ojos a quienes aún no han descubierto el papel esencial de María en la historia de la salvación.
Gracias a la Asociación Elisabeth Van Keerbergen por esta iniciativa valiente. Gracias a todos los que colaboran. Y gracias a ti, lector, si decides sumar tu oración, tu difusión o tu aportación económica.
El cine necesita a María. El mundo también.
Y nosotros estamos aquí para ayudar a que eso ocurra.